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Segunda ronda

Tal como me lo había prometido el otro día, realicé mi segunda visita al Pivní Festival Praha. En esta oportunidad el clima ayudó bastante, algo caluroso y con mucho sol. El día era ideal para sentarse a tomar unas cervezas a la sombra de frondosos árboles.
Volví a llegar temprano, había algo más de gente que el viernes anterior, di un par de vueltas para sacar algunas fotos y noté que la mayoría de los stands estaban ya abiertos y ofrecían una amplia variedad de productos gastronómicos o de merchandising.
Esta vuelta no ligué cerveza gratis así que sin más preámbulos me dirigí a la carpa de K Brewing. Menuda sorpresa me llevé, la carpa había sido expandida hasta copar la vecina, donde al principio se había estado sirviendo exclusivamente Staropramen y Braník. A Svijany, Janaček y Platan, ahora se les había sumado Herold. Tomé asiento y me pedí un půl litr de la excelente Herold Polotmavé 13° para tomar mientras esperaba a uno de mis amigos que estaba en camino.
Disfruté de la cerveza despacio y pronto noté que ya desde tan temprano había más gente en las dos carpas de las cervecerías chicas (tres si sumamos la de Konrad) que en las de SAB-Miller y Budvar. De hecho, parecía que los únicos que estaban tomando cerveza en esas carpas eran turistas o hinchas de fútbol escoceses que habían venido a ver el amistoso con la selección local.


Mi amigo Mark llegó, nos tomamos juntos una brillante Herold Tmavé 13° y nos fuimos a la carpa de Konrad. Hacía mucho que no tomaba ninguna de las cervezas de la marca y creo que era la primera vez que iba a probar la Jocker, una gold lager de 14°balling que no me convenció demasiado. Lo noté un poco desequilibrada con el azúcar que tapaba demasiado al amargor frutal que, de haber sido más fuerte, hubiese hecho de ésta una muy buena cerveza. Tampoco me gustó mucho la 11°, también con demasiado azúcar. Pero ambos disfrutamos mucho del servicio en esa carpa. Muy simpático e incluso usando un aceptable inglés al oír que lo estábamos hablando.


Nos mudamos luego a la carpa K Brewing original, queríamos tomar algo de Rohozec, Černá Hora y Jihlava. Todo mientras seguíamos comentando que la mayoría de la gente estaba en éstas carpas, evitando las de las grandes como si fuese de mala suerte ir.
Pronto se nos sumaron nuestro amigo Eric y Evan Rail y más tarde mi mujer. Qué puedo decir, la pasamos genial. Volvimos a cambiar de carpa, tomamos mucha, mucha y muy buena cerveza. Nos divertimos mucho. Tuve también la oportunidad de charlar un poco con uno de los organizadores, que se acercó a nuestra mesa y me dio un pase de prensa. Lamentablemente no pude usarlo, ya que pare el fin de semana tenía mucho trabajo en casa. Lástima que no me lo dio antes.

De una semana a otra hubo cambios. Se amplió la oferta de las cervecerías chicas y el espacio dedicado a ellas quitándoselo a las grandes. Qué vueltas tiene la vida. Hace diez años Staropramen estaba a punto de cerrar Pivovar Svijany, hoy compartían carpa y seguramente las muy buenas cervezas de Bohemia del Norte vendieron mucho más que las muy deficientes de Smíchov.

Se había modificado también la política para pedir comida. Ya no hacía falta irse hasta otra carpa, los camareros traían la orden a la mesa como en cualquier otro restaurante.
El servicio me pareció muy eficiente y con muy buena onda. Los grifos de las cervecerías chicas estaban ahora mejor indicados, y ya no se dieron los errores de los primeros días (al menos no mientras estaba lo suficientemente sobrio como para notarlo). Uno de los problemas que había oído y leído a varios apuntar, la lentitud para recibir la cerveza que se había pedido, fue solucionado al dividir las seis cervecerías que los primeros días estaban en sólo una carpa.

No tengo todavía cifras, pero para mí, y más allá de lo que muchos le critiquen, la primera edición del Festival de la Cerveza Checa en Praga fue un éxito. Los organizadores demostraron que son capaces de armar sin mayores problemas un evento de esta envergadura, y más que nada, que son gente inteligente y flexible al haberse rápido dado cuenta de la convocatoria de las cervecerías chicas y actuar de la manera apropiada, dándoles más espacio de ofreciendo más variedad.
Claro que hay varias cosas para corregir. Ésto es algo de lo que me gustaría ver el año próximo:
- Entrada gratis, al menos hasta las 19 ó 20hs. Con los precios de adentro, cobrar 120Kc, solamente para entrar, no tiene sentido. Durante la semana tuve un rato que me hubiese encantado haber pasado tomando un par de cervezas en el festival, la entrada me hizo cambiar de idea. Me pregunto cuántos más pensaron lo mismo.
- Comida más barata. Puede que esté pidiendo mucho, pero 156Kc por un guláš es demasiado. Como son las 195Kc por la porción de novillo al espiedo, que probé y no valía la pena. Y no estoy seguro de las 78Kc que costó la sopa, probamos una kyselo (una sopa crema amarga de verduras y papas) una gulašova, que no estaban mal, venían servidas en una hogaza de buen pan, pero si no hubiese sido por las limitaciones obvias del sistema de tolares, tendrían que haber sido más baratas.
- Más cervecerías chicas, en especial Bernard y Primátor (la gran ausente). Ésto parece que será un hecho.
- A Evan le gustaría que las multinacionales no participen. No estoy de acuerdo, nos guste o no, Pilsner Urquell, Staropramen y las marcas de Heieneken son parte importante del mundo cervecero checo y tienen que estar. Eso sí, con mucho menos espacio y quizás compartiendo una carpa.
- No es responsabilidad de los organizadores, pero sí me gustaría ver apoyo oficial al festival. La cerveza es la bebida nacional checa y parte importante de la cultura popular, pero el evento no fue mencionado en Czech Tourism, y solamente la visita del alcalde a la inaguración recibió algún espacio en la página web del ayuntamiento de Praga.
Pero los verdaderos ganadores del festival fueron las cervecerías chicas, y por ende, los consumidores. La carpa, o carpas, donde ellas fueron servidas recibieron la mayor cantidad de visitantes. Gente tuvo que esperar para conseguir mesa, mientras que en las otras carpas había lugar de sobra. Como dije antes, el precio jugó a su favor. Pocos son los dispuestos a pagar 39Kc por una Gambrinus que se puede conseguir en cualquier esquina y más barata, pero cuando se trata de algo desconocido y, luego de tomarse una, de mayor calidad, el precio ya no parece tan elevado.
Svijany, Platan, Konrad, Herold, Janáček, Jihlava, Černá Hora, Rakovník y Rohozec demostraron que, cuando todos juegan con las mismas reglas y tienen las mismas condiciones y oportunidades, más allá de tamaño y presupuestos de marketing, le pueden dar muy buena pelea, sino ganarle a las cervecerías más grandes de Chequia.

Ha sido una buena celebración de la Cerveza Checa. Esperemos que el año que viene sea mejor

Na Zdraví!

Comentarios

  1. Que buen evento Max! Y que manera de chupar cerveza! Definitivamente en un mano a mano con vos me quedó a menos de la mitad de camino! ;)

    Que pena lo del pase que te lo dieron tan tarde... Y que pena que estamos en la otra parte del mundo para que no lo puedas compartir con nosotros! :)

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  2. Mi capacidad se debe al exigente ritmo que llevé durante mi primer año acá. Hoy no estoy tan en "forma", pero cuando hay que sentarse a tomar en serio, lo puedo hacer... Por suerte, ya no lo hago tan seguido como antes.

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  3. Me ha gustado mucho tu blog y me preguntaba si te importa que ponga un enlace en mi blog y si podrias hacer lo mismo en el tuyo.

    Gracias
    Saludos cerveceros.

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  4. Universo,
    Por supuesto! Me encanta el intercambio y cuantos más seamos, mejor
    Na Zdravít!

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